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Patrimonio Gastronómico

"Montánchez y Tamuja, y Tajo- Salor y Almonte, una gran despensa natural"

Territorios de Denominaciones de Origen Protegidas

Las comarcas que componen la zona de demarcación geográfica de la Denominación de Origen Protegida Torta del Casar han estado vinculadas desde tiempos inmemorables a las prácticas de la trashumancia y el pastoreo, actividades íntimamente relacionadas entre sí. Ya en el siglo XIII se conoce la utilización de la Torta de Casar como moneda de canje en los intercambios comerciales.


La ganadería extensiva de ovino junto a su historia trashumante ha implantado una tradición quesera de alta calidad en la localidad de origen de Casar de Cáceres y que con el tiempo se fue extendiendo a las estepas y llanos cerealistas de Sierra de Fuentes, Torremocha, Torreorgaz, Valdefuentes hacia el sur y a Arroyo de la Luz, Navas del Madroño, Malpartida de Cáceres hacia el norte.


Las comarcas que conforman el territorio de la Torta del Casar poseen un maravilloso paisaje gastronómico de hermosas dehesas de encinas y alcornoques, explotados desde antiguo por la ganadería extensiva de ovino y vacuno, y en las que el ganado porcino ibérico aprovecha la bellota en época de montanera. Junto a las dehesas observamos un interesante mosaico de cultivos típicamente mediterráneo, como son el cereal, la vid, el olivo y la higuera, salpicado de espacios húmedos como embalses, ríos y charcas estacionales. Es en estas charcas y embalses donde podrá saborear uno de los exquisitos manjares ya tradicionales de estos parajes: la sabrosa tenca frita.


La Sierra de Montánchez se muestra como uno de los templos del ibérico, que aprovecha la bellota de las extensas dehesas de Montánchez, Alcuéscar y Arroyomolinos en época de montanera. Los productos del cerdo, especialmente el jamón, suponen junto con el queso y el vino los imprescindibles que no pueden faltar en ninguna mesa extremeña. Los escritos nos cuentan que los jamones de Montánchez ya viajaron en los barcos en los que Colón cruzó el Atlántico de camino al Nuevo Mundo.


Además, la comarca es también la tierra de los afamados higos de Almoharín y Arroyomolinos, que han alcanzado gran renombre gracias a sus bombones de higo. Y si hablar de la Sierra de Montánchez es sinónimo de jamón ibérico, referirse a la Sierra de San Pedro es hablar de un verdadero paraíso para la caza, un refugio para especies como el jabalí, ciervos y gamos, entre otros, y que tiene su reflejo en el abundante recetario de platos de caza con que cuenta el territorio.


Cerca de allí, donde el Tajo se hace internacional, la protagonista es la perdiz al modo de Alcántara, un botón de muestra del excelso legado que la cocina monacal ha dejado en esta tierra. Los dulces conventuales y la cocina pastoril cierran el círculo perfecto de una gastronomía original, de sabores únicos e intensos.
Y hablando de originalidad, para los amantes de los sabores únicos, una cita imprescindible en Carnavales es La Pedida de la Patatera en Malpartida de Cáceres, fiesta de música, color y sabor que deleita a propios y extraños (que no lo son nunca en esta tierra) y cuya protagonista indiscutible es el exquisito manjar que es la patatera ibérica.

Pero volviendo a los caminos que nos han conducido a estos lares, los amantes del queso tienen tres citas en el calendario que no se pueden perder: la Fiesta del Pan y el Queso de Zarza de Montánchez en enero, que se remonta a una batalla en la sierra de San Cristóbal entre árabes y cristianos y que finalizó con la victoria de estos últimos, que fueron recompensados con pan y queso; la Feria del Queso de Valdefuentes en primavera; y la Semana de la Torta del Casar en  Casar de Cáceres entre octubre y noviembre.

 

Galería de fotos

  • fotografia Croquetas Caseras de jamón y Torta del Casar
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  • fotografia Torta del Casar
  • fotografia Bodegón Torta del Casar