Hablar de La Serena es adentrarse en los orígenes de nuestra historia. Sus abrigos, sus conjuntos de grabados rupestres o sus conjuntos dolménicos son testigos silenciosos del devenir de los primeros antepasados que hollaron estas tierras. La Serena, Paisaje Cultural, donde la actividad humana y el paso del tiempo han modelado un paisaje muy singular en una de las comarcas históricas más singulares de Extremadura.
Como testigo silencioso de esta historia nos ha quedado un riquísimo y en algunos casos desconocido patrimonio histórico-artístico, un patrimonio que nos habla en silencio de su historia, por eso... ¡no esperes a que te lo cuenten y ven a REVIVIRLO!
La Serena en la Prehistoria
Visita obligatoria para los amantes de la naturaleza y el arte por la abundancia de enclaves prehistóricos. Entre los más destacados de La Serena se encuentran unas pinturas sobre lienzos rocosos que nos acercan a nuestros antepasados más antiguos. Entre el amplio muestrario de pinturas es necesario destacar:
Abrigo de las Calderetas, en Benquerencia de la Serena.
Abrigo de la Peña del Águila, en Magacela.
Cerro Estanislao, en Cabeza del Buey.
El conjunto de grabados de Piedrascrita en Campanario.
La mayoría de ellas están presentadas en el Centro de Interpretación de la Pintura Rupestre de Cabeza del Buey.
El megalitismo en La Serena tiene sus máximos exponentes en los dólmenes de la Finca San Damián en el Valle de la Serena y en la finca de la Cerca de Marzo en Magacela.
Además, es territorio de varios asentamientos de la cultura orientalizante o tartésica, como lo demuestran los hallazgos de los Yacimientos de la Mata en Campanario y el Yacimiento Arqueológico de Cancho Roano en Zalamea de La Serena; este santuario, que cuenta con la primera obra hidráulica de la península Ibérica, es uno de los conjuntos materiales más importantes de la protohistoria de nuestro país.
La Serena romana
De la presencia romana en la comarca nos hablan numerosos conjuntos que atestiguan el carácter estratégico de este territorio situado en el camino que unía la capital de la Bética (Corduba) y de la Lusitania (Emerita Augusta) y por la presencia de minas en la comarca, en torno a la cual se establecieron unos recintos torres. Entre los que han llegado a nuestros días destaca el recinto de Hijovejo (s. I a. C.) en Quintana de La Serena, unos de los más excepcionales y mejor conservados de todos los recintos torres de la península, y testigo del proceso de romanización de estas tierras. De su historia nos habla su centro de interpretación, que comparte edificio con el Museo del Granito en Quintana de La Serena.
Pero si hablamos de un monumento único y excepcional, ese es el Distylo de Zalamea, el único que se conoce junto a otros ejemplos en Siria. Su función aún no está del todo clara. Su magnífico estado de conservación se debe a que ha estado durante años oculto en la torre de la iglesia parroquial de Zalamea de La Serena que se construyó en el s. XVI, sirviendo de armazón de la misma hasta 1961 cuando se extrajo y se restauró en su ubicación actual.La
Serena medieval
El medievo en La Serena, lejos de ser una época oscura y poco conocida, es una etapa de la historia muy singular, donde los vestigios de época musulmana, judía y mozárabe dejan paso a la Orden Militar de Alcántara, tan presente en este territorio.
También la Orden del Temple, con su historia y leyenda, dejó su profunda huella en el Convento de Belén del siglo XIII, actualmente santuario dedicado a Ntra. Sra. de Belén, y en el Castillo de Almorchón, ubicado en sus proximidades.
El paisaje de La Serena está coronado por numerosos castillos que desde el siglo XIII hasta el XV han sido testigos de la beligerancia de este periodo, en el que la impronta del pueblo árabe nos ha legado una tipología de edificio que abunda en la comarca:
- Castillo de Zalamea de La Serena.
- Fortaleza de Magacela
- Castillo de Capilla.
- Castillo Palacio de los Altamiranos en Orellana la Vieja.
- Castillo-Alcazaba de Benquerencia de La Serena.
La Serena moderna
En esta etapa, en La Serena, hay una figura que destaca por encima de todo y esa es la de D. Juan de Zúñiga, último Maestre de la Orden de Alcántara, quien reúne en Zalamea de La Serena una corte de eruditos, entre los que destaca Antonio Nebrija. Asistimos al nacimiento de la que sería la primera Gramática de la Lengua Española.
Será en los siglos XVI y XVII, con la presencia de la Orden de Alcántara, cuando surja una serie de iglesias y ermitas que destacan en este periodo como la Ermita de Piedra Escrita de Campanario, la Ermita de Nuestra Señora de la Piedad en La Coronada, la de Ntra. Sra. de La Antigua en La Haba o la Ermita de Los Remedios de Magacela, antiguo cuartel de la Orden de Alcántara.
En Zalamea encontramos la Capilla del Cristo de las Angustias, con el sello del insigne arquitecto Francisco de Mora y llevada a cabo por su sobrino Juan Gómez de Mora. Más allá de su valor arquitectónico, el edificio rezuma arte por todos los lados; la azulejería, la cerámica, el retablo y, por supuesto, la imagen del Cristo que moviliza a un gran número de peregrinos en las fiestas de la Cruz de la localidad (del 13 al 21 de septiembre).
La Serena contemporánea
En el siglo XIX, Castuera se convertirá en centro de la comarca y se desarrollarán interesantes edificios como es el Palacio de los Condes de Casa Ayala, concluido en la década de los años veinte.
También destacan la arquitectura señorial en Cabeza del Buey y las Casas de Arrabal de Campanario, de estilo ecléctico.
Castuera también alberga en sus proximidades un antiguo campo de concentración donde, al finalizar la Guerra Civil, fueron ubicados numerosos presos del "Frente Extremeño".